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Artículo publicado en la revista Espacio Humano. Nº 110. Septiembre 2007.

Desde el punto de vista reflexológico, los pies son considerados como un holograma perfecto del conjunto del organismo, en los pies se encuentran reflejados cada uno de los órganos, glándulas y sistemas corporales.
Como si se tratara de un mapa completo del hombre desde el que se accede a equilibrar tejidos, fluidos, estructuras… en definitiva, a tratar la globalidad.
La reflexoterapia pone en funcionamiento la capacidad del paciente, de cambiar lo que tiene en su interior. Con la terapia se hacen cambios en profundidad. Un tratamiento no sólo elimina el síntoma sino la causa misma que lo originó.

¿Cómo se puede dudar que sea importante cuidar los pies? En ellos hay más de siete mil terminaciones nerviosas, cada

pie tiene veintiún músculos, ciento siete ligamentos y más de un tercio del total de los huesos del cuerpo, haciendo de base y soporte de la totalidad del peso corporal. Convendría pensar que en un solo día, una persona activa da aproximadamente, unos ocho mil pasos sobre superficies generalmente rígidas que ejercen una presión en los pies igual a tres veces el peso del cuerpo, algunos… se olvida de no sobrecargarlos con kilos de más.
Para acabarlo de arreglar hay quien utiliza calzado estrecho, de mala calidad, prendas sintéticas, y, luego se quejan de dolor de pies, de padecer callos, ojos de gallo, juanetes…

Andar, correr, saltar, son actividades cotidianas relacionadas con los pies, en cambio es fácil olvidarlos, rara vez se los tiene en cuenta o se les presta atención, ¿será porque están demasiado alejados de la cabeza?.
A pesar de todo, esta perfecta obra de ingeniería que son los pies, siguen haciendo de base de sustentación de toda la estructura física.
No se puede olvidar que el ser humano está formado por energía eléctrica, química y magnética y que tiene una parte mental, otra emotiva y otra funcional, formando todas ellas el ser holístico que es. Por lo tanto, tratar sólo el aspecto psicológico, sólo el aspecto emocional, o sólo el funcional, supone desatender parte de la totalidad de la persona y ninguna de estas partes funciona por separado.
Imaginemos que alguien va al psicólogo, centra sus ideas y se olvida de hacer ejercicio físico y de comer sanamente, ¿cuánto durará su equilibrio mental?.
Puede dedicarse a hacer relajación, meditación, visualizaciones positivas… y pasar por alto manifestar sus afectos y necesidades a los seres queridos, ¿se encontrará emocionalmente armónico?.
Otra posibilidad es hacer mucho ejercicio físico, eliminando a través de éste tensiones y toxinas. Como hace esto, ya puede comer y beber en exceso, no dormir… ¿conseguirá estar relajado y de buen humor?.
De la habilidad que se tenga para relajar la mente, dejar fluir las emociones y equilibrar las funciones orgánicas, dependerá que se pueda tener la capacidad de ser “uno” con las partes.
En el Universo todo se relaciona y comunica de tal manera, que la “parte” influye en el “todo” y el “todo” en la “parte”. Sería recomendable aplicar la misma filosofía al microcosmos llamado ser humano.
El hombre, como un ser superior que es, está dotado de una inteligencia que le hace tener capacidades por encima de la de otros seres vivos.
Últimamente dedica gran cantidad de tiempo a temas intelectuales desatendiendo en parte, sus necesidades más profundas.
El hombre de hoy vive en un mundo competitivo y consumista donde prima el tener y no el ser, el éxito y no la satisfacción personal, los valores materiales y no los humanistas, cosas todas ellas que le alejan de sí mismo y le hacen vivir parte de su realidad de forma inconsciente.
Tiene muy asumido lo que el mundo exterior demanda, sin embargo no tiene nada claro qué necesita internamente.
Si el terapeuta es hábil tratando en los pies los puntos reflejos de todo el organismo, logrará que el paciente conecte con el aquí y el ahora y que deje, progresivamente, de funcionar en automático.
La Reflexoterapia tiene una capacidad de relajación muy superior a cualquier otra técnica táctil, por este motivo es fácil que el paciente se haga consciente de procesos que con otra terapia no sería posible.

Un tratamiento con Reflexoterapia puede ayudar a quien lo recibe a conectar con su realidad, pone en funcionamiento todo el sistema mental, emocional y energético aportando un bienestar que va más allá de la fiología…

¡Un bienestar, que llega al espíritu!

Isabel Pérez Broncano

Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral.

Directora de ranvvai Escuela de Reflexologías y Centro de Terapias Naturales.

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