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1. ¿Qué es la Reflexología, es más que una técnica?

Es la ciencia que estudia los reflejos del cuerpo humano. Está considerada como una rama de la Medicina Holística, o Medicina del Hombre Total. Como terapia, se conoce con el nombre de Reflexoterapia, si es aplicada en los pies: Reflexoterapia Podal, si es aplicada en el rostro: Reflexoterapia Facial, si es en la oreja: Auriculoterapia, etc. En cada caso: el pie, el rostro o la oreja, es un microcosmos de todo el macrocosmos que es el organismo.

Todas las Reflexologías, a través de los puntos o zonas reflejas activan todo el conjunto orgánico para que se equilibre. Cualquier tratamiento que activa zonas reflejas corporales es considerado como Reflexoterapia.

La Reflexología es más que una técnica si se aprende el valor de hacer terapia, la importancia de ser personas humildes, de considerar que la técnica y el terapeuta no son quienes llevan a cabo el proceso de curación o sanación, sino que son, instrumentos al servicio de la salud. Si se sabe confiar en que con el trabajo del terapeuta y las técnicas Reflexologías, la Energía Vital se activa y pone en funcionamiento los recursos internos de Autocuración que todo Ser Humano posee.

La Reflexología es el arte de aunar la mente, el corazón y las manos para ponerlos al servicio de la salud.

2. ¿Cómo se desarrolla una sesión de Reflexoterapia?

Lo ideal, lo recomendable, es que una sesión de Reflexoterapia se lleve a cabo en un Centro Terapéutico y sea aplicada por un buen Profesional. Es fundamental que la persona que va a recibir el tratamiento esté tumbada en una camilla, o en un sillón apropiado para este tipo de tratamiento, es importante que el paciente este cómodo y que el terapeuta pueda estar viendo su cara, sus expresiones, para saber, a través de su lenguaje corporal, que está pasando durante la sesión, si esta relajado, si esta tenso, si tiene gesto de dolor, etc. etc.

El tratamiento siempre va a depender del tipo de persona que vaya a recibirlo: una persona energética, con carácter, seguramente resistirá un tipo de presión más fuerte que una persona débil, carente de energía o carácter.

También es diferente tratar problemas crónicos que problemas agudos; a personas con organismos muy debilitados por padecer problemas degenerativos, o enfermos en fase terminal.

Cada caso requiere un tratamiento personalizado; teniendo en cuenta que en medicina natural no hay patologías con nombre y apellidos y si Enfermos con características y connotaciones bien particulares, el tratamiento se enfoca hacia el enfermo y no hacia enfermedad.

Se contempla desde el tipo de presión que se va a utilizar, hasta si al paciente le apetece hablar o por el contrario quiere guardar silencio, o incluso dormirse.

Al trabajar con Reflexoterapia, el terapeuta debe ser cuidadosos con la postura, no solo física, sino también mental y emocional; ya que al ser una terapia táctil y estar en contacto tan directo con el paciente, es de suma importancia lo que a través de sus manos el terapeuta transmite.

Durante la sesión, es muy importante que el terapeuta esté relajado, descansado, que sepa dejar fuera de la sala de trabajo sus preocupaciones, sus tensiones etc., para ello, tendrá que tomar consciencia de su respiración, adoptar una postura cómoda y correcta, con los pies bien apoyados en el suelo y la cabeza bien conectada con el cielo para que la Energía de la Madre Tierra y el Padre Cielo lleguen al corazón y desde este, pasando por las manos, esa Energía, llegue al paciente y le ayude a Sanarse.

Para que se convierta en un arte y no sea una técnica fría, hay que tener una actitud positiva, de confianza en la técnica, en uno mismo y en lo que se transmite cuando se está realizando el trabajo.

“Las manos del Terapeuta son tan versátiles como la mente que las dirige”

Es importante que la sala de trabajo sea silenciosa, tranquila, luminosa, si es posible con luz natural, bien ventilada, decorada con tonos cálidos que tenga una temperatura agradable y música relajante o según el gusto del paciente.

Pincha aquí para leer la Parte II de ésta entrevista a Isabel.

Entrevista publicado en la revista Espacio Humano. Nº 122, pág. 22. Septiembre 2008.

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