Isabel Pérez Broncano lleva dedicada al mundo de la Reflexoterapia Podal más de 20 años.
Esta mujer hecha a sí misma, ha indagado en numerosas terapias naturales: físicas, energéticas y psicológicas para llegar a crear su propio método terapéutico: el Método Ranvvai – Isabel Pérez Broncano de Reflexoterapia Podal Integral. A lo largo de su camino profesional, Isabel se fue convirtiendo en una terapeuta multidisciplinar para lo cual acudió a formarse a diferentes escuelas de Naturopatía entre las que se cuentan la antigua Escuela Hipócrates de Madrid, dirigida por Roberto Prado y la Escuela Foratman de Barcelona, dirigida por José María Villagrasa.
En su amplia formación, cuenta con títulos no sólo de Reflexoterapia sino también de Gestalt, Psicoanalogía de la Enfermedad, Alimentación, Iridología, Técnica Metamórfica, Control Mental, Hipnosis Clínica, Programación Neurolingüística, EFT, Pares Biomagnéticos, entre otros. Anteriormente a su etapa como terapeuta, Isabel Pérez Broncano dirigía su propio salón de belleza.
Hace 5 años fundó el Centro de Terapias Naturales y la Escuela de Reflexologías Ranvvai. El centro está ubicado en la madrileña Casa de las Flores, en otro tiempo habitada por personajes ilustres como Pablo Neruda.
Su nombre está conformado por las iniciales de los colores del arco Iris. Es en este lugar luminoso y colorido, es donde Isabel Pérez Broncano lleva a cabo su sueño: contribuir a un mundo más sano, equilibrado y armónico. “Cambiar yo para que cambie el mundo” es una máxima que Isabel lleva a cabo en todos los parámetros de su vida y trabaja con la intención de que tanto pacientes como alumnos la integren también para sí mismos. Con todo su bagaje profesional y una buena dosis de entrega, observación y dedicación, ha creado un método de tratamiento que no sólo alivia los síntomas, sino que despierta en quienes lo reciben la consciencia y la capacidad de recuperarse para superar la barrera de la enfermedad.
B.F.B. Procedías del ámbito de la estética y lo sustituyes por la Naturopatía, ¿cómo se produce esa evolución?
I.P.B. A mí me gusta decir que pasé de embellecer a las mujeres externamente a enseñar a los seres humanos a embellecerse internamente, pasando antes por mi propio crecimiento personal. A 18 años, tenía un salón de belleza y más tarde, me surge la necesidad de hacer un reajuste. Mi primer contacto con la medicina natural se produce en el salón, a través de una casa de productos de belleza que ofrecía cursos de reflexología, nutrición, masaje metamórfico etc., a cambio de la compra de lotes de productos naturales. Poco a poco, fui descubriendo que aplicando las técnicas había mejoras a otros niveles como que se eliminaba el estreñimiento y mejoraba la circulación. La terapia central, desde el principio fue la Reflexología, pero las terapias manuales no eran suficientes, así que decidí complementar mi formación formándome como naturópata y adquirir conocimientos de Gestalt y de otras terapias psicológicas.
B.F.B. ¿Qué es lo que produce el impulso de crear tu propio método de Reflexología?
I.P.B. Mi empeño fue siempre diseñar un método para los Cursos que pusiera a la Reflexología en el lugar de Honor que le corresponde y dar a los Profesionales que se quieran dedicar a esta disciplina, herramientas para realizar unos tratamientos holísticos semejantes a los que yo aplico con éxito en mi consulta. El Método Ranvvai pretende atender a las dificultades mentales, emocionales, energéticas, físicas y espirituales del Ser Humano, para tratarle como a un todo y no como a una colección de partes separadas e inconexas. Es muy importante tomar consciencia de que lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos está interconectado y que no hace falta visitar a siete especialistas para solucionar problemas de salud de diversa índole.
B.F.B. ¿Por qué los pies y no otra parte del cuerpo, digamos, menos comprometida?
I.P.B. No sé muy bien por qué llegué a trabajar en los pies, porque en mis inicios profesionales trabajaba en la cabeza y las manos, que es la polaridad cielo, la energía del padre. La energía del cielo se capta con los dedos de las manos y el chakra corona. Después me llamó la atención la otra polaridad, la de las raíces, de la tierra: los pies. En mi proceso personal también ha sido así. Siendo más joven, me dedicaba a cosas un poco más externas y luego sentí que debía ir hacia terapias importantes como la alimentación vegetariana y la vegana para terminar en la macrobiótica, que toca tierra completamente. Después empecé a trabajar con meditaciones que me hicieron ir cada vez más al interior. Hoy en día trabajo las dos polaridades: cielo y tierra para beneficio del ser humano. Mi especialidad son los pies y, aunque he hecho también reflexología facial, mi contacto con los pies es muy directo y muy especial, literalmente las manos se me van a ellos.
B.F.B ¿Puedes explicarnos en qué consiste el Método Ranvvai de Reflexología Integral que impartes en tu centro?
I.P.B. El Método que he desarrollado consta de 5 niveles con una duración de 24 horas en cada uno e incluyen una parte teórica y otra práctica. En estos cinco niveles he utilizado lo que mi experiencia y mi formación me ha aportado y he logrado ordenarlo para transmitir una filosofía de concepción holística a mis alumnos. Como su nombre indica, es un método integral. Esto significa no ser únicamente reflexólogo, sino adquirir un cierto grado de crecimiento personal, aprender a sentir la energía entre las manos, ejercitar la proyección mental, desarrollar la capacidad para poder trabajar con otro habiéndose trabajado uno antes. El método tiene mucho trabajo de concentración, toma de conciencia de postura física, mental, emocional y energética. Enseño las bases de la reflexología y las reglas de oro que según mi criterio, son necesarias para ser y trabajar como un terapeuta equilibrado. Quiero que el terapeuta sea consciente de todo esto en él y después desarrolle un desapego grande para captar la información que el paciente le da, tanto verbalmente como con su lenguaje corporal.
B.F.B. ¿Cómo sintetizas el enorme bagaje de estudios que has realizado para traspasarlo a tus alumnos?
I.P.B. En el método Ranvvai hay un protocolo a seguir. Lo primero que hago es tratar de que el alumno aprecie la manifestación de lo que pasa, lo que ocurre aquí y ahora, qué tipo de emoción o energía se manifiesta, que hace que la persona tienda a enfermar, después buscamos la constitución y las raíces del problema que suelen estar en la gestación y primera etapa de la vida, hasta los 7 años. Analizamos la genética, pero no la biológica, sino lo que yo he dado en llamar la “genética comportamental”, lo que uno trae consigo y que parte de sus ancestros. Procuramos que el paciente conecte con sus bloqueos, los reconozca y los acepte para lograr soltarlos. En los cursos vamos pasando de lo más básico a lo más profundo. Les enseño cómo sujetar los pies y a cómo hacer que sus manos caminen por ellos, realizando un suave “masaje” que relaje al paciente. Les doy pautas para reconocer cuándo un órgano está alterado. Aprenden a manejar los meridianos de Acupuntura, a entrenar sus manos para que no se tensen y a descubrir al paciente para que él se descubra a sí mismo y alcance a ver el origen del problema.
B.F.B. ¿Los alumnos adquieren la suficiente formación y seguridad con el Curso Profesional de Reflexología Integral?
I.P.B. Sí, además, una vez que el alumno tiene su titulación como reflexólogo, cumplimentados los 5 niveles del Método Ranvvai de Reflexología Podal Integral, ofrecemos una formación complementaria que consiste en tres Postgrados: Psicoanalogía de la Enfermedad, Alimentación y EFT. Cada uno de ellos consta de la supervisión de dos Casos Clínicos de pacientes reales. De esta forma, el alumno es acompañado por mi experiencia terapéutica mientras adquiere la suya propia, con pacientes.
También contamos con dos Monográficos complementarios: Técnica Metamórfica y Personalidad a Través de los Pies.
B.F.B. ¿Qué tipo de personas se acercan a tus cursos?
I.P.B. Personas jóvenes, mayores, estudiantes, personal sanitario, fotógrafos, periodistas, abogados, asesores fiscales, son grupos muy heterogéneos de personas. Unos tratan de cambiar de profesión, otros quieren complementar sus funciones de cuidador como por ejemplo los profesores, los sanitarios o los asistentes sociales. Vienen también personas que han decidido cambiar sus vidas porque están hartos de estar sujetos a contratos y a empresas deshumanizadas que les producen frustración.
B.F.B. ¿Cuál es la razón, según tu opinión, de que la Reflexología haya cobrado tanto auge en los últimos años?
I.P.B. Estamos en la Tierra y es importante tomar consciencia de las dos polaridades: cielo y tierra y, desde el chakra del corazón y los brazos, ser consciente de cómo abrazas la vida y al otro. Simbólicamente, enseñar los pies es como denudarse en cuerpo y alma, que alguien me muestre sus pies, para mí va mucho más allá de estos. Son una parte íntima, venerable que nos ponen en contacto directo con la tierra y sin embargo, nos hemos apartado de ella gracias al asfalto, el calzado, el pudor de no tocárselos. Todo eso nos aleja de nuestras raíces y, lo que aparentemente nos protege, en realidad nos aísla de la naturaleza, de la esencia de los pies y de otros seres humanos. La razón pudiera ser que en este mundo donde la información y las ideas han tomado tanto protagonismo, ha llegado el momento de tomar tierra y ser más conscientes de esta polaridad.
B.F.B ¿Cómo se desarrolla una consulta en Ranvvai?
I.P.B. Lo primero que hago es una entrevista o historia clínica del paciente. Voy realizando preguntas que le invitan a “desnudarse” para así poder ayudarle. Una de las “condiciones” que pongo es que el paciente acuda voluntariamente a la consulta, que no le traigan obligado o empujado. Desde la primera sesión hay contacto con sus pies, incluso a veces hago unas fotografías, para que sea consciente de ellos. Trabajo teniendo en cuenta lo que veo, lo que noto y lo que la persona me va contando. Una regla de oro para mí y que traslado a mis alumnos, es que no diagnosticamos, ya que no somos médicos. Es de mucha utilidad terapéutica, cómo habla el paciente de sus síntomas, cómo describe su problema, mucho más que la enfermedad en sí. Tiendo a demostrar que la información para su cabeza tiene poca validez, les llevo a sentir las zonas afectadas de sus pies a hacerse conscientes del lenguaje que están utilizando, porque en su lenguaje y en sus pies están las respuestas. El nombre de una enfermedad no define la vivencia de lo que a cada ser humano le está pasando. Lo que quiero es que sean conscientes de las señales que su cuerpo le da; cuando un problema aparece en su cuerpo, antes de reflejarse en éste, ha estado en niveles más sutiles y no lo había percibido. La Reflexología es un tratamiento que va más allá de lo físico, hace una gran labor a nivel energético y emocional. Con este método se trabaja en muchos parámetros: zonas reflejas reflexológicas, meridianos de acupuntura, chakras, etc. Los pacientes, no sólo vienen a que se les quite un dolor, sino a aprender a evolucionar para descartar de su vida ese dolor. Otro punto importante para mí es la alimentación, “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento” es otro de mis lemas, y por alimento no entiendo sólo la comida, sino las emociones, los pensamientos, los miedos, que es, lo que comemos a todos los niveles. Ser consciente de todo esto, es lo que para mí es realmente terapéutico y fundamental para desarrollar la consulta.
B.F.B. ¿La Reflexología ofrece solución a todo tipo de enfermedades?
I.P.B. En todas las edades, trata cualquier problema de salud, problemas crónicos o agudos, leves o graves, incluso degenerativos y lo que es muy importante, sirve como tratamiento preventivo. Hay a quienes no les gusta prevenir y hay a quien no le gusta curarse, por supuesto, de forma inconsciente. Es de suma importancia descubrir qué beneficio obtiene la persona con la enfermedad, porque a veces la rentabilidad es muy alta, obtiene la atención y los cuidados que él mismo no sabe procurarse, o no sabe obtener desde la salud, el buen humor y el amor. A los enfermos y familiares no les gusta oír esto, pero es una realidad. Hay que hacerle entender que él debe hacer algo por su salud. No se trata de venir a recibir una sesión, sinónimo, de te doy una pastilla que te cura. En Ranvvai, tanto en los cursos como en las consultas, seguimos el principio de activar el organismo del paciente, pero él, tiene que implicarse en su proceso de Sanación, porque de lo contrario, se puede quitar el dolor pero al cabo del tiempo reaparece. La persona tiene la capacidad de enfermarse con sus miedos y sus intolerancias y del mismo modo, tiene a capacidad de regenerar su organismo a través de la consciencia y del trabajo personal. Ha habido personas que han evitado incluso el quirófano gracias a la Reflexología. He tenido infinidad de casos. Por ejemplo uno de piedras en el riñón, en el que la persona después de tratarse con Reflexología, “se salvó” de una operación quirúrgica ya que antes de ser operada le realizaron una ecografía que mostraba que los cálculos renales, habían desaparecido.
B.F.B. Entonces, ¿la solución a cualquier problema está en nosotros mismos?
I.P.B. Eso es lo que trato de hacer ver a mis pacientes. Es fundamental para mí, enseñarles a descifrar lo que muestra la enfermedad mediante la psicoanalogía de la misma. Saber qué me está mostrando mi enfermedad, me hace contactar con unos niveles de consciencia en donde yo también estoy siendo parte del tratamiento. Donde pongo en marcha las capacidades que mi organismo tiene para sanarse.
ENTREVISTADA POR LA PERIODISTA: BELÉN FERNÁNDEZ BERNARDO
Entrevista publicada en la revista Universo Holístico. Nº 40, pág. 48. Julio/Agosto 2011.