¿Por qué sueles dejarte llevar? ¿Por la razón, o por el corazón?
Como Terapeutas podemos dejarnos llevar por nuestro corazón o hacer lo que nos dicta la razón. Es una incógnita que resolví hace años y quequiero compartir contigo por si pudiera servirte de ayuda. En estos últimos días me han realizado varias veces la pregunta de si el mejor terapeuta es el que utiliza más la razón o el que utiliza más el corazón…
Estoy recibiendo en sesiones personalizadas a muchos alumnos que quieren inscribirse a mis cursos y desean consultarme y poder aclarar todas sus dudas. Por supuesto, cuando me hacen esa pregunta, la hacen dentro de un contexto que encaja, y además, no me preguntan si sólo corazón o sólo razón… Hacen la pregunta, cuando les hablo de adquirir grandes conocimientos teóricos y a la vez, les hago mucho hincapié en la necesidad de hacer prácticas para desarrollar la intuición y la percepción y les explico que esto último, sólo se logra parando la mente…
¿Parando la mente…?
Algunos entran en un pequeño conflicto que posteriormente logramos resolver cuando les explico, como desde la Ley de los Cinco Elementos de la Medicina Tradicional China, el Yin y el Yang son contrarios, a la vez que son complementarios, y que unas veces, la energía está en fase de construcción y otras veces está en fase de control o destrucción. Y que los miedos se alían con las diferentes emociones y las emociones a su vez, se polarizan. ¿Qué quiere decir esto? Que es imprescindible ver el conjunto para ver la parte y la parte para ver el conjunto y eso es algo, que un buen terapeuta logra combinando la razón con el corazón.
Tenemos un nuevo año escolar ante nosotros con infinitas posibilidades… Va a depender de uno mismo utilizarle para bien o para mal, dependiendo de hacía donde nos dirijamos, obtendremos o no, los resultados deseados. Puedes hacer lo que el corazón te dicte o hacer lo que te dicta la razón. Y en este punto, me voy a atrever a preguntarte… ¿Tú qué quieres hacer? ¿Usar la razón, o usar el corazón?
Permíteme hacer una reflexión en voz alta… Si hemos sido creados para poder pensar mientras nuestro corazón late, y a la vez, podemos con nuestras manos ejecutar el mensaje que ambos nos transmiten, y nos impulsan a llevar a cabo, ¿no sería interesante hablarle a la mente desde el corazón, para hacerle entender esas razones del corazón, que habitualmente ella no comprende? ¿y si posteriormente, dejáramos que ambas se expresaran a través de nuestras manos? …¡A mí me gusta mucho hacer esto cuando trabajo como terapeuta! Y siempre invito a mis alumnos a hacer lo mismo.
En mi programa formativo, trabajamos tanto la parte teórica como la práctica. Tanto los razonamientos lógicos para sentar las bases de cada materia, como el desarrollo de la percepción, intuición, psicología, energía, escucha activa, lectura del lenguaje no verbal, y otras técnicas, además de las relacionadas con la Reflexología. Lo hacemos con el fin de desarrollar las capacidades adormecidas y para acceder a la sabiduría interior, a través de las experiencias llevadas a cabo con el programa de alto rendimiento para el desarrollo de una mente positiva, generadora y poderosa. Eso permite que los futuros terapeutas aúnen en sus tratamientos, la mente, el corazón, y las manos.
Mis 24 años de experiencia me han enseñado que de esa manera podemos multiplicar los beneficios que tiene en el paciente nuestra terapia.
Un terapeuta tiene que descubrir y desarrollar su propio potencial
Un gran Reflexólogo no se puede limitar tan sólo a los conocimientos y la práctica de Reflexología. Es con esa filosofía con la que nos gusta formar a los alumnos y esa es la marca de distinción del Método Ranvvai. Éste aúna la esencia de diferentes terapias complementarias, conformando una terapia multidisciplinar. Con ella, el terapeuta logra reequilibrar el organismo del paciente para que su propia fuerza vital reaparezca y la persona conecte y desarrolle la confianza en la vida y en la propia naturaleza humana.
La filosofía que transmitimos es de concepción holística, abarcando a la persona en todo su Ser; eso conlleva un trabajo y un desarrollo personal importante por parte del terapeuta.
A lo largo de los años como Reflexóloga y docente me he dado cuenta que no podemos tratar con un protocolo establecido las mismas patologías en todas las personas por igual como hace la medicina oficial. Hay que tener en cuenta la historia clínica y la biografía, sus patrones familiares y comportamentales y todos los detalles de la situación actual de cada paciente.
El objetivo del terapeuta es realizar un tratamiento integral, pudiendo descubrir desde la Ley de Los Cinco Elementos y la Psicoanalogía de la enfermedad, la manifestación del problema y la constitución que este tiene. De esta manera, ayudamos al paciente a que conecte con la verdadera raíz, con la verdadera causa que originó su enfermedad. Entonces, y solamente entonces, desbloqueando desde las zonas reflejas de los pies, el terapeuta, tratará los órganos y podrá ayudar al paciente a deshacer los nudos emocionales y como consecuencia, a librarse de sus molestias, enfermedades o disfunciones.
Cada órgano nos habla de un miedo, de una emoción y además de si se manifiesta en exceso o en defecto. No es lo mismo ser una persona con problemas renales y ser alguien arrogante, que tener problemas renales y ser alguien muy inseguro. No es igual tener una patología hepática y tener una infinita paciencia con tal de no enfrentarse a decir NO, que ser alguien rígido e intolerante. Y…si esto es así, ¿cómo vamos a pensar en tratar de la misma manera, una hepatitis en un intolerante que en un adicto a su zona de confort, que aguanta pacientemente, todo lo que le hagan con tal de no «sufrir» cambios en su vida?
Creo firmemente que ser un gran profesional significa ser un Profesional Multidisciplinar para poder personalizar el tratamiento y abarcar todos los aspectos del Ser y por otro lado, una persona sana y equilibrada con una gran capacidad de sentir, percibir, intuir, observar, y desde la empatía comunicarse muy bien con el paciente y las necesidades de éste.
Es gracias a los muchísimos años que me he pasado asistido a largas, importantes y variopintas formaciones terapéuticas y de emprendimiento, y a mi amplia experiencia terapéutica y didáctica, que he logrado desarrollar una Formación Multidisciplinar. Ahora, que camino por el sendero de la madurez de mi vida, la pongo a disposición de todos los terapeutas que aspiran a conseguir los mejores resultados en sus consultas. La creé para aquellos que quieren lograr una formación, que les permita alcanzar una especialización que superare muchas de sus expectativas y les aporte las bases para transformarse y para ayudar a otros a transformarse.
Una formación con unas bases muy sólidas
Considero que la formación debe ser progresiva, que en primer lugar, el alumno debe obtener las bases teóricas en Reflexología, conocer la historia, las técnicas principales y dominar perfectamente la localización de todos los sistemas corporales, en los pies.
Aprender las técnicas de calentamiento y desbloqueo para llevar a su paciente a un estado óptimo de relajación y desde ahí, comenzar a realizar un protocolo reflexológico que será la base para posteriores tratamientos más profundos. Mis alumnos, siempre se sorprenden por la cantidad de diversos problemas, que pueden ayudar a resolver sin que la persona nunca más tenga recaídas y con la ventaja de hacerlo con un tratamiento dulce que provoca gran relajación y bienestar.
Especializada y multifuncional
Desde mi punto de vista, es muy importante continuar con una formación más especializada y multifuncional. Por eso, he desarrollado unas «Cajas de Herramientas Terapéuticas» que contienen la «Esencia» de las grandes formaciones que he adquirido en toda mi vida profesional. Con ellas, el alumno puede lograr una especialización en un tiempo record. Adquirir estas formaciones por separado, le llevaría años y años, con el consiguiente gasto económico, tiempo, esfuerzo y trabajo.
Estas «Cajas de herramientas» están repletas de formación y divididas en áreas: Fisio-Bio-Química. Mental-Psico-Emocional. Energético-Espiritual. Además de los conocimientos de Reflexología para poder ayudar a los pacientes en todos los aspectos que lo necesiten. La finalidad es que el terapeuta pueda abarcar con sus tratamientos, cien por cien, la globalidad de los problemas que se le presenten en la consulta.
La primera «Caja de Herramientas» contiene formación y experimentación Fisio-Bio-Química. Con estas herramientas, se descubrirá y dominará el fascinante mundo de la Anatomía y de la Fisiología, desde el que se podrá desarrollar unos tratamientos precisos, profundos y con mayor conciencia de la localización anatómica del organismo en los pies. Comprenderá las propiedades y funciones de los órganos y de los tejidos del cuerpo humano.
Aprenderá a clasificar los diferentes Tipos de Enfermedades y de qué manera podrá tratarlas desde la Psicoanalogía de la enfermedad. Además, esta «caja de herramientas» también contiene las Bases de la Alimentación para poder guiar al paciente hacia una depuración y alcalinización de su sangre con la dieta más apropiada y que le conduzca hacia un estado de salud óptimo.
La segunda «Caja de Herramientas» contiene técnicas poderosas para potenciar la mente y las emociones, desde los conocimientos del: Control Mental, Autohipnosis, Meditaciones Activas, Psicología Transpersonal, Técnicas de Habilidades de Comunicación, Comunicación Terapéutica y Lenguaje Terapéutico. Todas ellas, ayudarán a trabajar con el paciente de forma eficaz y asertiva siendo unas grandes aliadas en las Terapias.
La tercera «Caja de Herramientas» contiene claves Energético-Espirituales para desarrollar la percepción de todos los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto… entre ellas se encuentran: Técnica Metamórfica, Técnicas de Testaje Energético, Reiki y otras…
Toda la formación que incluyen estas cajas de herramientas, estará dirigida por la batuta de la Ley de los Cinco Elementos, la Psicoanalogía de la Enfermedad y la Terapia Gestalt con el objetivo de entender mejor el flujo de la energía vital en el organismo, y como sus posibles bloqueos pueden estar impactados órganos vitales.
¿Te gustaría practicar con simulación de representaciones de casos en los que pudieras analizar todos los aspectos importantes a la hora de realizar tratamientos a pacientes reales?
Cuando la persona llega a nuestra consulta, necesita sentirse escuchada y comprendida por el terapeuta. Necesita hablar de sus frustraciones, inquietudes, miedos y deseos y hablar abiertamente, sin sentirse juzgada.
¿A qué terapeuta no le gustaría que la formación elegida le condujera a tomar consciencia de sus propias proyecciones y a ver que, de manera inconsciente, las puede volcar sobre el paciente? ¿Y si también aprendiera a cómo evitarlo logrando un gran crecimiento personal?
Aunando la mente con el corazón y con las manos
Creo sinceramente que a lo largo de una buena formación es importante que los alumnos trabajen continuamente con la conciencia de aunar la mente, el corazón y las manos. Para ello, una buena práctica es sentados en la silla de trabajo, poner la conciencia en las plantas de los pies, subiendo la atención a la pelvis, la colocaremos basculada hacía delante, subiremos la atención por la espalda, colocándola en una postura recta, para llevar nuestra atención y poner toda nuestra conciencia en la cabeza y concretamente en la zona de la coronilla. Visualizaremos que está bien conectada con la energía celeste.
Posteriormente, imaginaremos que la energía de la tierra desde nuestros pies y la energía del cielo desde la coronilla se unen en el corazón, y desde ahí, se expande hacía nuestras manos.
De esta forma, estaremos dispuestos para trabajar cargados de esas dos poderosas fuerzas de la naturaleza que sumadas a la fuerza del amor, emergente de la fusión de ambas en el corazón, las trasmitiremos desde las manos.
Con este ejercicio y trabajando la atención plena, logramos llevar a cabo más que un tratamiento reflexológico, estaremos haciendo algo que puede ser importante no solamente para que el paciente conecte con la energía Sanadora, estaremos trabajando en nuestro desarrollo personal y como consecuencia de ese trabajo, beneficio para nosotros y también beneficio para los demás.
Estoy convencida que ser un buen Reflexólogo es más que tener grandes y amplios conocimientos. Es la habilidad de conectar la razón, alimentada por el conocimiento teórico con la voz sutil de nuestra intuición en conexión directa con nuestro corazón. Es esta habilidad la que diferencia a los mejores, del resto de los terapeutas.
¿Tú qué eliges hacer, dejar que el corazón te guíe y te lleve a encontrar la mejor opción, entre todas las que te ofreció la razón?
…Sería estupendo conocer tu respuesta!!
Artículo publicado en la revista Universo Holístico. Nº 86.
Isabel Pérez Broncano.
Creadora del Método Ranvvai de Reflexología Podal Integral.
Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral.
Yo me dejé guiar por mi corazón cuando elegí formarme en la Escuela Ranvvai, pero a la vez mi mente me tendió una mano. Tengo que agradecer a ambas el haber dado el paso y estarme formando en una de las mejores escuelas, sin lugar a duda. Cuando empecé la formación, nunca pensé que además de formarme como terapeuta y adquirir unos conocimientos increíbles, también iba a descubrirme a mí misma, a conocerme, a cuidarme, en una palabra, a sanarme a mi misma a traves de la formación y el aprendizaje que nos ofreces Isabel, en cada una de tus clases y cada uno de tus cursos. Te doy las gracias por ayudarnos y guiarnos, a gente, que como yo, estaban un poco perdidas en el camino y has sabido encaminar, en mi caso, mi vida, hacia lo que siempre he querido hacer, ayudar a la gente desde la consciencia, pero nunca he sabido cómo. Muchas gracias y nos vemos en un ratito. Un besote.
Encarna, como bien dice un antiguo proverbio zen: «El maestro aparece cuando el alumno está preparado» Gracias por el reconocimiento a la Escuela, a la formación Método Ranvvai y a mi manera de acompañaros en este proceso de convertiros en Reflexoterapeutas Integrales. Un abrazo grande.
Cierto es que mi tendencia es actuar siempre con el corazón y las pocas veces que he pensado con la razón, me han bloqueado los miedos. Cierto es también que con el paso de los años estoy tratando de fusionar las dos, porque como bien dices por algo las dos están.
Y ahora que te leo, aprovecho para decir que como terapeuta en otras disciplinas, estoy muy contenta, emocionada, motivada y me considero una privilegiada de poder formarme en esta maravillosa escuela, es la pieza perfecta que me hacía falta, no sólo porque estoy aprendiendo para usarlo para ayudar a los demás, si no a mi misma como persona me está sirviendo de gran ayuda, por el gran trabajo personal-emocional que hacemos en cada clase, además de la parte teórica-práctica.Porque para ser un buen terapeuta tenemos que estar equilibrados en todos los sentidos: a nivel corporal, espiritual, mental y emocional. Y doy fe que la formación es así o por lo menos así lo siento. Enormemente satisfecha.
Gracias Isabel Pérez Broncano por todo lo que nos enseña desde tu larga experiencia y por ser como eres, una gran persona.
Gracias por tan bonitas palabras, ¡me llegan al corazón y te agradezco tu sentido razonamiento! Ese es el objetivo, ir más allá de la Reflexoterapia, ir a ayudar a las personas en su transformación, para que ellas sean un canal de transformación para otros. Puede parecer pretencioso y para nada lo es… Decía Gandhi: Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo. Un abrazo
Durante mucho tiempo deje que la razón actuara frente a mi corazón en una cuestión trivial que suponía preguntarme una y otra vez ¿son mis manos buenas sanadoras?
Tiempo después aprendí que las manos del terapeuta no obedecen ni a su conciencia ni a su corazón ni son guiadas por ellos.
Tras largos procesos de aprendizaje, averigüe que la sintonización con el paciente, podría despertar un aspecto innato en nosotros, que se mueve a un nivel de inteligencia superior en relación a la totalidad y que tiene como fin la curación y el bienestar.
Pero como trazar “la razón”? Está tal vez en el universo del Ego? Es quizá la intención que nos lleva al deseo de conocimiento de ese equilibrio energético y químico?
Una vez visualizada la intención, el trabajo de apropiación de conocimientos, lo defino como una forma de desenterrar nuestra comprensión más profunda, un supra consciente donde acedemos al despertar de nuestro potencial y al desarrollo de nuestras capacidades.
Es entonces cuando reconocemos como nuestro, los doce meridianos de la medicina tradicional china y restablecemos el Ying o el Yang en cada órgano.
Ahí está nuestra razón¡¡. Nuestra razón también nos dice, que las manos están rodeadas de campos biomagnéticos. De hecho hay estudios donde se han medido los campos de los terapeutas durante su tratamiento comprobando que eran mucho más intensos que los de las personas corrientes.
Las manos de los terapeutas alcanzaron un valor de 0.002 Gausios, lo cual es mil veces mal alto que cualquier otro campo que emite el cuerpo.
Claro está, que después de esta afirmación científica uno podría preguntarse sobre la causa que puede producir este efecto terapéutico sobre otras persona. ¿Tal vez la intención o el amor son parte de esta consideración?
De acuerdo con mi punto de vista y según mi conclusión comentada en los párrafos iniciales, ninguno de los dos.
El corazón, esta efectivamente dentro de la energía sutil que no entiende de teorías científicas, forma parte del “yo quiero”, de la entrega, del “estoy al servicio de…”. Claro está que reconocer este hecho no es tarea fácil, siendo a veces un obstáculo cuando no tenemos claro el concepto, En ocasiones, tener fuertes ataduras afectivas, nos puede estar impidiendo ver claramente lo que significa la acepción de entrega. Que no significa ser frio, inmoral o egoísta sino que para el caso que nos ocupa debe estar unido a la definición de “amor incondicional”, estado que se encuentra lejos de los limites de razón y corazón.
Una vez definidas estas dos palabras dentro del contexto terapéutico, es momento de dejar trabajar ese canal convertido en un halo inconsciente por donde fluye un manantial de agua cuyo gradiente lo regula el receptor.
Es ahí, cuando el terapeuta abandona su propia identidad, para convertirse en lo que ha venido a ejercer. Descubre la percepción del aura de su paciente y, levemente como un riachuelo, penetra entre sus capas, llevando la energía a ese campo estéril, descendiendo a todos los niveles, ejerciendo su trabajo desde una poderosa vibración que ya no es suya, ni implica convicción o afecto, porque ahora el manantial es del paciente que lo ha hecho verdaderamente suyo,…
Debo admitir no obstante que para llegar a este equilibrio se necesita alcanzar un grado de consciencia elevado, que nos sitúe en el aquí y en el ahora. Tampoco es una forma de trabajo más, tal vez porque la razón del canal exige estar siempre limpio y vibrar a un frecuencia superior, que no permite excesivas distracciones.
Mercedes, me quito el sombrero ante tu reflexión. Siempre es un placer que los alumnos podáis acudir a los artículos para reforzar lo que aprendéis en la formación, y para daros cuenta de la importancia de ser un buen terapeuta, cultivado, con consciencia y con un gran trabajo de desarrollo personal a sus espaldas. Un abrazo!