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Artículo publicado en la revista Espacio Humano. Nº 126. Enero 2009.

El Terapeuta Manual  para aplicar un tratamiento eficaz ha de lograr que la técnica que aplica, se convierta a través de sus manos, en el Arte de movilizar la Sanación. El filósofo alemán Inmanuel Kant definió las manos como “el cerebro exterior” del ser humano. Las manos ocupan casi un tercio del centro motor del cerebro. Son los órganos sensoriales más importantes del cuerpo. Esto lo explica la gran superficie que tienen reservada en la corteza cerebral.

Ante cualquier situación, nuestro cerebro analiza y nuestras manos, de forma automática, expresan el registro de nuestro cerebro. Unas veces lo hacen humedeciéndose con sudoración, otras poniéndose rígidas o frías, en otras ocasiones acarician y siempre transmiten nuestros sentimientos.

El tacto organizado, permite interactuar con la calidad de nuestra vida; los resultados que obtengamos son asuntos individuales, sin embargo, la búsqueda de la salud a través del mismo, proporciona la dirección y el enfoque para una vida mejor.

El sentido del tacto determina nuestras vidas, amortigua las tensiones cotidianas y alivia las incomodidades de las enfermedades.

La mayoría de las veces verbalizamos nuestras ideas acompañándolas con el lenguaje de las manos. A veces, las palabras no expresan lo que ocurre en nuestro interior, mientras que nuestras manos, lo expresan todo. Las manos acarician, dan masaje, transmiten energía, aman, ejecutan una melodía, esculpen, modelan, dibujan y son un complemento perfecto del cerebro.

Las manos se extienden para tocar el mundo que nos rodea percibiendo nuestro medio ambiente y adaptándolo a nuestras necesidades. Es increíble la capacidad de percibir, notar y expresar que llevan a cabo estos órganos sensoriales. Si llevamos la atención a las manos, nos haremos conscientes de la capacidad que tienen de expresar toda una serie de sensaciones, emociones, etc.

El concepto del tacto como actividad del cuerpo, contiene mucha materia para pensar. Los efectos de la práctica constante del tacto, están documentados por las personas que han practicado Terapias Manuales con éxito. Las manos del Reflexoterapeuta, son mucho más que una herramienta de trabajo, con ellas, se accede al cuerpo, a todos sus órganos desde las zonas reflejas  de los pies.

Hay que ver los pies a través de los ojos y de las manos,  como el espejo de la persona, el espejo, de su cuerpo y de su alma; muchas veces tanto el cuerpo  como el alma, están un poco maltratados y, trabajando con Reflexoterapia Podal Integral, poco a poco, ese espejo comienza a mostrar, un organismo mas saludable y mas feliz.

Esta técnica, es sumamente eficaz para aliviar y ayudar de forma integral, equilibrando los diferentes planos del ser humano: el físico, el mental, el emocional, el energético y el espiritual.

Este toque terapéutico llamado Reflexoterapia Podal Integral, hace a la persona mucho más consciente de su salud. Da a la persona que lo recibe la oportunidad de alejarse de los problemas y actividades cotidianas que lo estresan. A través de un estado de relajación provocado por el tratamiento, puede fácilmente encontrarse consigo mismo, haciéndose conciente de partes de su cuerpo o de la totalidad de éste, que por prisas, o por falta de atención, podría parecer que no existían, o que estaban “anestesiadas”, “bloqueadas” “olvidadas”.

Si el Terapeuta Manual utiliza la Técnica Metamórfica…

A través de sus manos canaliza la energía sanadora para reconectar al  paciente con su salud. Localiza el periodo prenatal, en la zona refleja de la columna, en los pies, en las manos, en la cabeza y en las orejas. Desbloquea este periodo, que se considera de vital importancia, en el origen de algunos trastornos que afectan al individuo a lo largo de su vida.

Con esta Terapia Manual, se deshacen los nudos y bloqueos que en la Fuerza Vital se fueron produciendo en el útero materno,  desde el mismo momento de la concepción, hasta el momento del nacimiento, por influencias internas y externas. Estos  bloqueos impiden a la Fuerza Vital fluir de forma adecuada; en consecuencia, la capacidad de autocuración del cuerpo se inhibe, el equilibrio y la armonía se rompen, pudiendo aparecer la enfermedad.

La Fuerza Vital desbloqueada, pone en marcha los mecanismos de Autocuración que todo ser vivo lleva en su interior.

Algunos profesionales de esta época, confían poco en su intuición y en su percepción por vivir en una sociedad donde prima el razonamiento, lo intelectual y la tecnología. Donde la medicina ha pasado de ser Humanista a ser tecno-química. Con estos condicionamientos, no es raro que cueste dejarse llevar por la intuición y se necesite tanta “información para la cabeza”. El terapeuta tiene una gran responsabilidad, ha de estar bien preparado teórica y técnicamente, conociendo en profundidad la terapia que aplica y teniendo en cuenta la importancia de trabajar su equilibrio interno, psicológico, emocional, físico y espiritual y el desarrollo de su intuición, ya que esto es lo que transmitirá a través de sus manos. Ya que existe una relación tan directa entre el cerebro y las manos, los Terapeutas, utilizaremos ésta ventaja, en beneficio de todos los que se acerquen a recibir un tratamiento manual.

Invito a cualquiera a probar la diferencia que hay entre una terapia recibida de   las manos de un terapeuta enfocado hacia el interior que ha llevado a cabo un trabajo de crecimiento personal, que se equilibra haciendo meditación, sanación, etc.,  y las manos  de otro que está disperso o preocupado por el exterior, inconsciente de lo que es capaz de transmitir.

El terapeuta debe ser  conciente de que es el catalizador de una energía que no le corresponde y, que sin embargo, está disponible para ser utilizada como una gran herramienta, si se lleva a cabo estando muy presente y bien enfocado en la consciencia de que es un catalizador, de Energía Sanadora. De ésta forma, desarrollará un trabajo muy beneficioso para la persona que trate.

Enseño a mis alumnos en los cursos que imparto a sentarse erguidos  con la pelvis basculada, los pies bien enraizados en la tierra, la cabeza en alineación con el cielo, recogiendo desde la tierra la energía Yin de la Madre y desde el cielo la energía Yang del Padre Cielo. La energía terrestre  sube hacia el corazón y la energía celeste baja hacia el corazón y desde éste, pasa a las manos y, a través de ellas, se trasmite de forma amorosa y sanadora.

Todo terapeuta tanto si utiliza la Reflexoterapia Podal Integral, como si utiliza cualquier otra terapia sanadora, ha de tener en cuenta, que la mano humana es tan versátil como la mente que la controla. Lo mejor y lo más importante que un terapeuta puede hacer es:

¡¡Aunar su mente su corazón y sus manos y ponerlo al servicio de la Salud!!

 

Isabel Pérez Broncano

Reflexóloga – Autora del libro Reflexología Integral.

Directora de ranvvai Escuela de Reflexologías y Centro de Terapias Naturales.

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