U.H.: ¿Por qué la reflexología y no otra terapia?
I. P.: En principio por casualidad, aunque sé que las casualidades no existen. Yo comencé en mi propia empresa, tenía un salón de belleza y una de las primeras firmas de productos naturales me ofreció realizar algunos cursillos, entre ellos asistí a uno que me fascinó y comencé a aplicarlo a nivel estético. Empezaron los resultados inesperados y eso me llevó a entender que iba más allá del nivel estético.
La persona que venía a mejorar su celulitis se daba cuenta que su circulación mejoraba y su estreñimiento se atenuaba. Sentí la necesidad de formarme más y de encontrar la conexión, yo sabía que la celulitis es el resultado de un problema circulatorio relacionado con el estreñimiento, pero ver que podía modificar aspectos emocionales e incluso tratar a mayor escala, me motivó a seguir formándome, de tal manera que puedo decir que realmente fue causalidad.
Comencé a abrir todos los sentidos y el alma y mi planteamiento inicial fue descubrir qué es lo que se escondía detrás de todo esto. Es un tratamiento terapéutico al que puedes acompañar con las técnicas terapéuticas que quieras, pero no deja de ser por si misma una técnica seria y efectiva.
U.H.: Entonces, hace veinte años, ¿te costó mucho encontrar un centro donde formarte?
I. P.: Los tiempos que corrían no lo ponían fácil. Había muy pocas escuelas relacionadas con terapias naturales, pero los que andábamos en este mundillo, casi todos llevados por la causalidad, estábamos muy conectados y una persona te llevaba a otra. Ni siquiera tenían un nombre reconocido los que a mí me dieron el primer cursillo. Después vinieron más cursos, hice masaje metamórfico, y muchos de reflexología aunque para ello tuviera que trasladarme a otras ciudades. Hice formación en naturopatía y psicoterapia y comencé a trabajar con mis amigos, con mi familia, estos me proporcionaron más contactos de sus conocidos y así es como empecé a abrirme camino.
UH.: ¿Y Por qué reflexología podal y no de otro tipo?
I. P.: Los pies tienen más de siete mil terminaciones nerviosas y sin embargo son los grandes olvidados del organismo, no se si cuesta pensar en ellos por estar tan alejados de la cabeza. Pero no cabe duda de que son los cimientos de toda nuestra estructura física y los protagonistas de nuestro movimiento por el mundo.
Entrevista a Isabel Pérez Broncano (Parte II)
Gracias Javier, muy amable!!
interesante articulo.